Corchos Oliva lidera la revolución industrial del carbón

La empresa extremeña invertirá 1,5 millones en la investigación de un horno dotado con tecnología punta para cambiar la elaboración artesanal por otra más propia del siglo XXI

n pleno siglo XXI hay industrias a las que la tecnología se le sigue resistiendo. La del carbón vegetal es una de ellas, pues todavía sigue utilizando hornos de ladrillo con los techos y las puertas de chapa para la cocción de los restos de madera con los que se fabrica el material combustible que se emplea en las barbacoas.

  • Historia. Corchos Oliva es una empresa que nace en 1999 de la mano de la tercera generación de empresarios extremeños del carbón.

  • Crecimiento. La empresa ha ido creciendo de la mano de Mercadona y esperan cerrar este año con una facturación de 3,5 millones de euros. La plantilla de trabajadores asciende a una veintena.

  • Producto. La empresa está especializada en la bolsa de carbón vegetal de tres kilos, el único formato disponible a la venta que, además, también se puede quemar al ser biodegradable.

Para cambiar esta situación, la empresa extremeña Corchos Oliva, en su empeño por elaborar un producto de suprema calidad y por controlar al máximo el proceso productivo del carbón vegetal, está liderando un proyecto de investigación en el que van a invertir 1,5 millones de euros, que busca implantar un nuevo procedimiento industrial de cocción.

El objetivo es «desarrollar un nuevo horno dotado con las últimas tecnologías como sensores de temperatura y lectura en tiempo real de todos los parámetros que intervienen en el proceso de transformación de la madera en carbón, reduciendo además las emisiones contaminantes, acelerando el proceso de cocción y homogeneizando la calidad del producto final», declara Felipe Adame, director general de la empresa.

Con sede en Oliva de la Frontera (Badajoz), la firma manipula anualmente más de 25 millones de kilos de madera y los transforma en 7.000 toneladas de carbón vegetal, que envasa en bolsas de tres kilos, de las que la vende dos millones al año.

Para su materia prima, la empresa compra la madera (de encinas y alcornoques, principalmente) procedente de la poda, tala y entresaca de la dehesa extremeña, contribuyendo así «a la sostenibilidad de este ecosistema y al desarrollo económico del entorno rural», manifiesta el empresario.

Del carbón que comercializan, «el 70% es de producción propia y el 30% restante lo adquirimos a otros productores de la zona, con los que colaboramos a lo largo de todo el año», explica el director general.

El producto se vende en los supermercados Mercadona, cadena con la que la empresa viene trabajando desde 2012 siendo primero proveedores de sus lineales, pero en diciembre de 2013 dan un salto de calidad y se convierten en interproveedores al compartir el modelo de negocio de la compañía que fundara Juan Roig.

Actualmente, «los supermercados Mercadona suponen el cien por cien de las ventas en carbón», subraya Adame, quien completa sus ingresos (10%) con otra línea de negocio menor, consistente en vender corcho bornizo triturado al gigante portugués Amorim, la mayor empresa mundial de productos de corcho, así como a fabricantes del calzado del municipio valenciano de Elche.

 

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